Pasan los días, pasan los meses, pasa el invierno, … pasa la vida y sigo recordándote.
Hoy llueve con tristeza y la calle está fría y vacía.
Pongo música suave, me acomodo en el sofá y cierro los ojos para pensar en ti.
Cuando los abro el día ya se ha ido, pero la tarde ha sido hermosa y me despierto sonriendo.
Es viernes y voy a buscarte a la salida del trabajo.
Llego con tiempo suficiente y paseo calle arriba, calle abajo, mirando escaparates y observando a la gente. Entonces apareces tú, con tu andar alegre y saltarín, con tu amplia sonrisa, corriendo hacia mí para cobijarte bajo el paraguas.
Nos cogemos por la cintura y paseamos bajo la lluvia, mientras una lluvia de besos inunda tu cara, inunda tu boca.
Antes de ir a casa tomamos un café para contarnos las incidencias del día cogiéndonos las manos.
Hoy llueve con tristeza y la calle está fría y vacía.
Pongo música suave, me acomodo en el sofá y cierro los ojos para pensar en ti.
Cuando los abro el día ya se ha ido, pero la tarde ha sido hermosa y me despierto sonriendo.
Es viernes y voy a buscarte a la salida del trabajo.
Llego con tiempo suficiente y paseo calle arriba, calle abajo, mirando escaparates y observando a la gente. Entonces apareces tú, con tu andar alegre y saltarín, con tu amplia sonrisa, corriendo hacia mí para cobijarte bajo el paraguas.
Nos cogemos por la cintura y paseamos bajo la lluvia, mientras una lluvia de besos inunda tu cara, inunda tu boca.
Antes de ir a casa tomamos un café para contarnos las incidencias del día cogiéndonos las manos.
Mañana es sábado y no tenemos prisa, así que hacemos durar la noche.
Pero aquél tiempo pasó, como pasan los días, como pasan los meses, como pasa el invierno, como pasa la vida.
Pero aquél tiempo pasó, como pasan los días, como pasan los meses, como pasa el invierno, como pasa la vida.
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Somos dueños de lo que pensamos y esclavos de lo que decimos.