Diez Mandamientos

DIEZ MANDAMIENTOS

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE LA MANIPULACION DE MASAS

1. La estrategia de la distracción
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción, que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica de inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto “Armas silenciosas para guerras tranquilas"). 

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una situación prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el demandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se intensifique la violencia urbana u organizar atentados sangrientos a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos. 

3. La estrategia de la gradualidad
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, durante años consecutivos. De esa manera fueron impuestas durante la década de los 80 a los 90 situaciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo): privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, ..., tantos cambios, que habrían provocado una revolución si hubiesen sido aplicados de una sola vez.

4. La estrategia de diferir
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no hay que hacerlo inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarlo con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discursos, argumentos, personajes y entonaciones particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad mental, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, ella tenderá a tener una reacción también desprovista de un sentido crítico, como la de una persona de 12 años (“Armas silenciosas para guerras tranquilas”).

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un cortocircuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca inalcanzable para las clases inferiores ("Armas silenciosas para guerras tranquilas").

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad
Inducir al público a creer que está de moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto… (inundar la TV de programas basura).

9. Reforzar la autoculpabilidad
Hacer creer al individuo que él es el único culpable de su propia desgracia, debido a la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto-desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. ¡Y sin acción no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen
En el transcurso de los últimos 50 años los avances de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el sistema ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor sobre los individuos que el que ejercen los propios individuos sobre sí mismos.

(Armas silenciosas para guerras tranquilas)

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Si no te aclimatas, te aclimueres.