Futuro Imperfecto

Futuro Imperfecto
Viendo a mi madre en la camilla de la UVI del hospital, me viene a la memoria esa misma escena junto mi padre, hace menos de dos años. Él ya se fue.
El monitor hace saltar las alarmas cada poco tiempo y las enfermeras cambian los electrodos y aprietan los botones de la máquina una y otra vez por si se tratara de falsos contactos de los cables. Tal vez.
Nos da lo que piensa que son sus últimas instrucciones y nos dice dónde tiene guardadas las cosas, nos dice también cómo tenemos que repartirlas y nos recuerda que próximamente hay que pagar el recibo anual de la comunidad de propietarios, para lo que ya tiene apartado el dinero. Se acerca la doctora y le dice que quiere una habitación grande para ella sola, que no quiere estar con viejas, como la última vez. Ella va camino de los noventa, pero no se considera en absoluto dentro de ese grupo. 
Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar”.

Aprovechando los tiempos muertos en el hospital, que ya sé que no es la mejor expresión en un lugar así, me pide una persona cercana que le ayude a buscar piso... le doy mi opinión sobre dónde comprarlo y de qué tipo, al tiempo que aprovecho para darle otras indicaciones varias sobre su futuro profesional... en el fondo sabe que tengo razón, pero se resiste. Sólo la acción produce resultados, le digo, pero la acción requiere planificación, esfuerzo y visión de futuro. Parece que no comparte mi criterio ni en lo uno ni en lo otro... dice que no conozco bien sus preferencias. Con una sonrisa irónica le digo que sólo conoce su yo presente, pero que desconoce su yo futuro. Mi madre participa en la conversación, que le sirve de entretenimiento y así no le presta atención a los pitidos de la máquina que vigila sus constantes vitales.

Lo de buscar piso es una idea a medio plazo, lo de la trayectoria profesional es una decisión a corto plazo... pero de momento va a hacer un pequeño viaje, aprovechando que le quedan unos días de vacaciones.
Le digo dónde hay un restaurante en el que puede hacer un alto durante su viaje y dónde hay un hotel agradable y aquilatado en el precio cuando llegue a su destino. Si decidiera ir a otro lugar seguramente también habría podido decirle dónde podría encontrar esto o aquello.
En este punto de la conversación aprovecho para volver a lo del piso y a lo de su futuro profesional... quería apartarme del tema hablándome de su próximo viaje de recreo, pero a mí me sirve para volver a él.

En muchos casos, lo que para unos es futuro, para otros pasado. El restaurante todavía está (presente) en el mismo sitio, estaba (pasado) cuando yo hice ese viaje y estará (futuro) cuando vaya cualquier otra persona. El futuro sólo es un lugar en el tiempo en el que todavía no has estado, pero donde ya han estado otras muchas personas con anterioridad.
Los consejos que damos a nuestros hijos son los mismos que nos dieron nuestros padres, los mismos que nuestros padres recibieron de los suyos, los mismos que...
Lo del libre albedrío, lo de “se hace camino al andar”, lo de labrarse uno mismo su propio destino es cierto... pero dentro de unos límites ya establecidos. Que no veas la carretera más allá de los siguientes doscientos metros no significa que no haya carretera más allá de tu propia visión, carretera que en el pasado ya recorrieron otros muchos conductores.

Podemos imaginar el futuro como el mapa de carreteras de cualquier país. Cuando arrancas el coche puedes elegir qué camino recorrer... pero cualquier camino que elijas ya existe y lo han recorrido millones de viajeros con anterioridad. Que tú elijas uno u otro es un ejercicio del libre albedrío... pero otra mucha gente ya ha estado en tu futuro. No importa que elijas un camino u otro, ya está previsto en el mapa de carreteras... incluso si decides hacer a pie tu propio camino monte a través... también hay un chiringuito con bocadillos y refrescos a mitad de camino.
Es como esos juegos modernos de las consolas... tú eliges cómo acaba la historia en función de cuántos obstáculos superes... el informático ha programado más de seiscientos finales posibles... pero tú no lo sabes, tú sigues pensando que eliges tu propio destino porque eres único y especial.

Tu futuro ya está escrito, cualquiera que sea que elijas, y otra gente ya ha estado allí.

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Me interesa el futuro porque es allí donde pasaré el resto de mi vida.