CANCION
ROTA
Me
has tocado el alma, en lo más profundo, en
lo más íntimo.
Esta frase la he tomado prestada de alguien que me la dedicó en cierta ocasión, pero expresa bien lo que he sentido hoy al verte.
Una preciosa carita limpia, un pelo de suave rubio y una mirada perdida, indescifrable.
He sentido la necesidad de abrazarte, cogerte las manos y decirte que te quiero, no sé por qué, ya que sólo te he visto un instante.
Un instante que me ha impactado. Me ha impactado verte en la silla de ruedas, a tus diez o doce años, con la falda de tablas del colegio, con un pie ausente de tu cuerpo y una venda reciente que cubría esa falta cruel.
Me habría gustado ver a Dios en ese momento para reprocharle su mala baba y decirle que el puesto le queda grande, que no se le puede dejar solo y que escribe torcido con líneas retorcidas.
No me atrevo siquiera a imaginar qué significaba tu mirada, qué pensamientos estarían pasando por tu inocente cabeza, qué estabas pensando de mañana, del resto de tu vida. Una vida rota en plena explosión de alegre belleza, un lindo poema en plena inspiración, una canción vital, ... una canción rota.
Me ha parecido que eras de familia acomodada, tu padre empujaba la silla con cuidado y tanto su traje como sus zapatos parecían buenos, así que es posible que no te falte cariño ni cosas materiales, pero tus padres nunca te van a poder reñir por llevar la falda demasiado corta y demasiado pronto, como seguramente les ocurrirá a tus amigas.
Con tu mirada perdida te preguntarás por qué y por qué tan pronto, con todo por hacer, con todo por soñar.
No lo entiendo. No lo entiendo.
----------------------
Buscaba sueños y sólo me diste realidades.
Esta frase la he tomado prestada de alguien que me la dedicó en cierta ocasión, pero expresa bien lo que he sentido hoy al verte.
Una preciosa carita limpia, un pelo de suave rubio y una mirada perdida, indescifrable.
He sentido la necesidad de abrazarte, cogerte las manos y decirte que te quiero, no sé por qué, ya que sólo te he visto un instante.
Un instante que me ha impactado. Me ha impactado verte en la silla de ruedas, a tus diez o doce años, con la falda de tablas del colegio, con un pie ausente de tu cuerpo y una venda reciente que cubría esa falta cruel.
Me habría gustado ver a Dios en ese momento para reprocharle su mala baba y decirle que el puesto le queda grande, que no se le puede dejar solo y que escribe torcido con líneas retorcidas.
No me atrevo siquiera a imaginar qué significaba tu mirada, qué pensamientos estarían pasando por tu inocente cabeza, qué estabas pensando de mañana, del resto de tu vida. Una vida rota en plena explosión de alegre belleza, un lindo poema en plena inspiración, una canción vital, ... una canción rota.
Me ha parecido que eras de familia acomodada, tu padre empujaba la silla con cuidado y tanto su traje como sus zapatos parecían buenos, así que es posible que no te falte cariño ni cosas materiales, pero tus padres nunca te van a poder reñir por llevar la falda demasiado corta y demasiado pronto, como seguramente les ocurrirá a tus amigas.
Con tu mirada perdida te preguntarás por qué y por qué tan pronto, con todo por hacer, con todo por soñar.
No lo entiendo. No lo entiendo.
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Buscaba sueños y sólo me diste realidades.
