Confidencias

CONFIDENCIAS
Me gusta andar por el paseo junto a la playa los días grises que invitan más a la contemplación que a la diversión.

Me gusta cuando me cruzo con ese bebé que, desde el cochecito empujado por la madre distraída en sus cosas, engancha su mirada a la mía, curiosa y valiente, y yo le digo mentalmente “no te preocupes, te va a ir bien en la vida”. Sé por su mirada que me ha entendido y que su subconsciente le recordará ese momento durante años.

Y me gusta también el atrevimiento de ese otro no tan bebé que, aunque no hace mucho que ha aprendido a andar, se atreve a sacarme la lengua, desafiante. Yo le contesto poniendo cara de feo y le pago con la misma moneda. Entonces él se agarra con fuerza a las faldas de su madre, que nos mira alternativamente a los dos preguntándose qué ha pasado.

Sonrío a ese señor que ya no tiene ninguna prisa en la vida, cuando me detengo ante el paso de peatones y él insiste en que pase yo primero porque él va a tardar mucho en cruzar la calle, que los años no pasan en balde.

También me agrada ver a ese anciano de nuez pronunciada que se pone su mejor boina, chaqueta y corbata para salir de paseo el domingo por la mañana.

Y agradezco a esa belleza serena que me ha sorprendido mirándola en un desliz y me contesta con una mirada sin reproches a modo de acuse de recibo.

Al final de la tarde recibes una llamada de alguien a quien le importas y piensas que el día ya está cumplido y que ha estado bien.

http://templar-alquimia.blogspot.com.es/2012/01/el-manzano-de-mi-jardin.html

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La felicidad está en las pequeñas cosas: un pequeño yate, un pequeño chalet, ...