Ya Falta Menos

YA FALTA MENOS
Al fin la Justicia española, en un intento de lavar su enlodada imagen y reconciliarse con la ciudadanía, ha comprendido que no se le pueden poner puertas al campo y que no se puede legislar a quién se puede amar y a quién no.
Desde hoy la unión entre personas del mismo sexo será considerada matrimonio, del mismo modo que lo es la unión entre personas de distinto sexo.
A pesar de que el resto de la sociedad está cada vez más alejada del concepto de matrimonio, los homosexuales llevan mucho tiempo reivindicando esta figura, y al fin lo han conseguido después de muchos años de lucha, incomprensión y sufrimiento.

Gracias a la lucha de los homosexuales, que han abierto una importante brecha en la intransigencia de la sociedad y de las instituciones del Estado, ya falta menos para que los heterosexuales vean también reconocidos sus derechos.
Si el Estado no puede legislar a quién o a qué se puede amar, tampoco podrá legislar a cuántas personas se puede amar. 

Es un hecho cierto desde la noche de los tiempos que hay hombres con el corazón muy grande en el que caben varias mujeres, siendo por ello señalados con el dedo y cruelmente criticados por el género masculino, femenino, neutro o indistinto.
Si un hombre puede querer a sus cuatro hijos y eso es loable, ¿por qué no puede amar a cuatro mujeres?, ¿por qué se le señala con el dedo como si de un rufián se tratara y se le somete a público escarnio?
¿Para cuándo la legalización de una situación que existe desde que el mundo es mundo y que es mucho más frecuente que la monogamia o la homosexualidad?

¿Para cuándo el multimonio? Que ya dicen que donde caben dos caben tres.

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La soledad es algo hermoso, si tienes a quien contárselo.