Bosones Y Subvenciones

BOSONES Y SUBVENCIONES
Todos los medios de comunicación se están haciendo eco con gran alborozo del descubrimiento del Bosón de Higgs, la partícula de Dios (The God Particle), en el acelerador de partículas del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) situado en Ginebra.

La importancia de la partícula de Higgs es que explicaría porqué tienen masa las partículas subatómicas. El Universo sería muy distinto si no existiese la masa, sería como los pensamientos, intangible, sin masa, sin peso.
Como curiosidad, se han hecho experimentos para averiguar el peso del alma, pesando con balanzas de precisión el cuerpo de una persona en el instante antes de morir y justo después de hacerlo. Parece que el alma pesa alrededor de 21 gramos, aunque imagino que ese resultado variará en función de la calidad humana del finado.
Estos experimentos fueron realizados por Francis Crick, premio Nóbel en 1962 junto a James Watson, por describir la estructura tridimensional de doble hélice del ADN.

Por poner un ejemplo fácil de entender, la teoría de Higgs sostiene que la masa no es inherente a las cosas, sino que depende de su intereacción con dicha partícula, con el Bosón de Higgs.
Sería algo así como el peso. Un individuo puede pesar 70 kg en la superficie de la Tierra a nivel del mar, pero pesaría mucho menos en la superficie de la Luna, y nada en la ingravidez del espacio. Es decir, el peso no es una cualidad física inherente a la masa, sino que existe solamente en el momento en el que interactúa con otra masa.

Esta partícula se ha descubierto después de hacer colisionar billones de veces unos protones contra otros y parece que sus efectos, no la partícula, se han podido observar en el CERN durante unas billonésimas de segundo.
A pesar de que este descubrimiento que explicaría el funcionamiento del Universo se ha anunciado a bombo y platillo, los científicos dejan la puerta abierta a posibles errores e interpretaciones. Puede que sí, casi seguro, las probabilidades son muy altas, esto es muy difícil de asegurar...

Este mismo laboratorio anunció hace unos pocos meses que Einstein estaba equivocado, ya que ellos habían descubierto una partícula, también durante unas billonésimas de segundo, que viaja a una velocidad superior a la de la luz. A las pocas semanas lo desmintieron y hubo dimisiones dentro del equipo de científicos.

Y es que imagino que tal como están las cosas, con recortes en el empleo, el desempleo, la sanidad, la educación, la investigación, la vida, la dignidad, la libertad, cada uno trata de arrimar el ascua a su sardina e intenta amarrar subvenciones a cualquier precio, vendiendo incluso la piedra filosofal o partículas arrancadas al mismo Dios.

Por cierto, el alias original de dicha partícula no era The God Particle (la partícula de Dios), sino The Goddamn Particle (la maldita partícula) por su dificultad para detectarla.
Desde luego, para conseguir una subvención es mejor llamarla “partícula de Dios” que “maldita partícula”. ¡Dónde va a parar!

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Experiencia es el nombre que cada uno da a sus errores.