Banca
Inteligente
Por Hacienda me enteré de que tenía una cuenta abierta
en un prestigioso banco holandés. Creí que había cerrado la cuenta
por Internet.... pero después de 4 años sin tener noticias de ella,
resulta que me había producido intereses... y tenía un total de 9
eurazos.Quise cerrarla -otra vez- a través de Internet (el banco sólo operaba en España a través de ese medio), para lo que probé las contraseñas que suelo utilizar. Una y otra vez aparecía un mensaje que decía "nombre de usuario o clave de acceso incorrecta".
Menos mal que justo debajo de la casilla para introducir la clave de acceso había un teléfono al que llamar si habías olvidado la clave. Llamo a ese número de teléfono y contesta una amable máquina que me da la bienvenida al servicio... para acceder a él me pide mi clave de acceso. Me quedo perplejo, callado, sin saber qué decir, y la máquina, muy amable, vuelve a hablarme "disculpe, no le he entendido, por favor introduzca su clave de acceso". Menos mal que sólo tenía 9€, si llego a tener una fortuna me habría quedado sin ella.
Al cabo de un par de años más abrieron una oficina en Bilbao y pude por fin cerrar la cuenta y recuperar mi pequeña fortuna. Durante el proceso de cierre de mi cuenta, la chica de detrás de la mesa atendió varias veces el teléfono, pidiéndome amablemente disculpas. Le propuse salir yo fuera de la oficina y llamarla por teléfono desde la calle.... para que pudiera atenderme a mí también, ya que parecía que tenía prioridad quien llamaba por teléfono.
Al final nos reímos los dos y al terminar me ofreció nuevos productos del banco... la miré con una sonrisa condescendiente y me fui dándole las gracias por sus servicios.
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Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor se escapa por la ventana.
