LA GALERA
Tragicómica es la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que ha dictaminado que los niños catalanes que quieran estudiar en castellano deben recurrir a los tribunales.
No está decidido todavía si deberán llevar una estrella amarilla en la solapa.
El nazismo fue un régimen surgido de las urnas y las cremaciones de millones de judíos eran legales porque así lo dictaminaba el gobierno elegido democráticamente por los ciudadanos.
Nos han vendido Justicia cuando sólo era legalidad. Nos han hablado de Libertad cuando no era más que democracia.
Ellos saben que estando arriba pueden hacer lo que quieran, porque tienen todos los recursos para hacerlo, y los ciudadanos están adocenados y van al crematorio por sus pies, sin volverse siquiera para hacer que se traguen sus leyes y sus porras.
Dicen que todos vamos en el mismo barco, pero su democracia es una galera en la que los ciudadanos están amarrados al duro banco, ambas manos en el remo, ambos ojos en la tierra, sudando lágrimas mientras desde las sentinas oyen las risotadas del festín que celebran los gobernantes en el puente de mando.
Cada cuatro años les permiten elegir quién manejará el látigo que abra sus carnes, aunque el resultado siempre es el mismo: más latigazos y menor ración de agua.
Los gobernantes trabajan para los mercaderes y transportan sus mercancías a cambio de gozar de total impunidad para establecer sus normas y sus impuestos mientras dure el viaje democrático.
NIngún pueblo ha conquistado su libertad sólo con buenas palabras.
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El amigo llega a tiempo, los demás cuando tienen tiempo.
